domingo, 10 de febrero de 2008

Junito, hija mía

No me parece mal que los americanos se sientan mal, una vez al año y nominen pelis que se supone que son independientes para los Oscar con tal de resarcirse.Tampoco me parece mal que, como en el caso de Pequeña Miss o Juno, estas no sean auténticas pelis independientes.Es más, las adoro.Adoro lo pseudoindependiente,que tanto se critica y cada vez más.SE me antoja que lo adoro tanto como a lo verdaderamente independiente y a lo comercial palomitero puro y duro.(Y por ambas siento absoluta devoción en según qué casos).¿DE qué te sirve el esfuerzo de hacer una peli y que solo tengan acceso a ella 4?¿DE qué te sirve que tu peli se estrene con 400 millones de copias y la vea hasta el gato y a todos les importe un pimiento?...LO bonito que es que una peli encuentre su público, que un público encuentre su peli y si está 3000 veces más cuidada que una peli standard pero está más abierta a un público más variado y amplio que una independiente...
Adoro ver un cine enorme, de palomitas, rebosante de hormonas con patas en sus 15 años,en pandilla y callados como putas viendo cine pseudoindependiente.
Mejor aquí que haciendo daño en la calle.


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